The Continuous Nothing es una amalgama perfecta de maldito y ponzoñoso Death Metal, ese que nos lleva a divagar por la putrefacción de la humanidad para destrozar cualquier asomo de banalidad, la oscuridad imperante en el ser humano nutre de destrucción cada golpe que Coffin Curse entrega sin discreción, destrucción sonora que vuelve un tormento todos los días de los cobardes ingenuos que no son capaces de detectar como la ponzoña animal va ingresando a raudal. Con sones que nos sumergen en el fuego eterno, la banda es despiadada desde el primer momento en que comienza a sonar sin piedad este trabajo descomunal, sin respiro el oxígeno se agita en el aire carcomiendo los sentidos, que atiborrados de azufre va lacerando los putrefactos cuerpos para desmembrar sus almas sin contemplación ni lamentos. Es allí es dónde la soterrada ausencia de luz no da tregua, emergiendo la abominación sobre la tierra, The Continuous Nothing aplaca todo intento de escape de expiación de tu alma desdeñada, siendo un lacerar constante sin piedad para tus suplicas sin fundamentos, solo te queda esperar que termine el ritual, en donde aquellos que conviven con el miedo sucumben sin miramientos. The Continuous Nothing es repugnante y malicioso, de naturaleza violenta y venenosa, vertiginosa marcha hacia los abismos del infierno, Coffin Curse no cede en su frenética cacofonía de morbosidad entregándonos un disco de perpetuas ideas lustrosas, ejecutándose con formidable precisión y lascivo vandalismo.

Flujo interminable de ferocidad sanguinaria, emanado de manera demoníaca, impulsando la fiereza orgánica a un punto de monstruosidades incendiarias, invocando un apocalipsis lleno de llamaradas impetuosas en donde la sonoridad es devastadora y arraigada de sarna, Coffin Curse tiene un sello propio que evoca a eones pasados para ser llamados al presente a descargar toda su fatalidad maniática y violenta.