Rugido Austral
ÁLBUM REVIEW: ne obliviscaris
"citadel"
A 10 años del lanzamiento del segundo disco de estudio CITADEL, los australianos lanzan una remasterización del mismo a través de Season of Mist. Con una edición en vinilo de lujo, el sonido altamente perfeccionado se nota desde la primera nota.
Convengamos que escuchar a NeO es un viaje tanto sonoro como emocional que ha progresado exponencialmente a través de los años, en donde han aprendido a dosificar tanto la energía como el contenido que lleva cada canción. Sin perjuicio de lo anterior, Citadel es un álbum que lo incluye todo y de una sola vez; como una bomba nuclear de información matemática que por alguna razón colisiona en armónicos sorprendentemente fabulosos.
Debo comenzar con el final porque Devour Me, Colossus (Part II): Contortions es simplemente subliminal; un instrumental de 2:27 minutos que pareciera ser una danza melancólica con la oscuridad, el tinte dramático y casi sensual al más estilo vampírico te atrapa en agonía pero generando la necesidad de seguir escuchándolo por horas tan solo para dejarte con la misma sensación que deja un beso cuando se enfría en los labios.
Y si hablamos de los temas instrumentales del álbum, el comienzo enigmático de Painters of the Tempest (Part I): Wyrmholes entrega esa sensación de cuando una tempestad está avecinando por la ventana; una puerta abierta a otra dimensión y es curioso cómo logra atraparte en tan solo segundos para luego explotar en Painters of the Tempest (Part II): Triptych Lux, y es aquí donde puedo decir que no escatimaron en recursos, puesto que con 16 minutos y medio pusieron cada una de las ideas que navegaban en la cabeza de su compositor. A veces menos es más, pero este no es el caso. El sonido del violín de Tim se luce prolijo en medio de la composición, entregando la calma que termina fusionándose con el caos y los gowls de Xen, mientras los pasajes rítmicos se enlazan con los melódicos en juego seductivo entre los instrumentos. Un placer auditivo de principio a fin.
Painters of the Tempest (Part III): Reveries from the Stained Glass Womb es el tercero de los instrumentales del disco que como poesía agónica y persuasiva nos devuelve al estado hipnótico de trance entre el sonido y los estímulos sensoriales que cada acorde provoca. Calma antes de la tempestad, puesto que Pyrrhic irrumpe estruendoso con los growling profundos y la batería polirrítmica que retumba atronadora en aceleración máxima. Desesperación, plegaria, inframundo y la descomposición de la propia alma es solo una pincelada de lo que las letras traen en el subtexto de básicamente todo el larga duración de NeO.
Y cuando piensas que ya has escuchado todo, entra al juego Devour Me, Colossus (Part I): Blackholes con 12:37 minutos (si, estos chicos dejaron fluir su imaginación sin límites temporales), la ansiada llegada a la Ciudadela luego de atravesar el infierno, moribundo pero esperanzado. Ese lugar donde ocurre la trascendencia. “Las estrellas roban mis ojos y el sol incinera mi mente” reza parte de la letra de este tema que lo tiene todo: alta complejidad en su estructura, riffs acelerados y pasajes melódicos cautivadores; una amalgama de información que se completa con las líneas del bajo altamente complejas y el juego de voces que hacen de NeO una banda única en su rubro.
En general, esta remasterización trae consigo dos cosas; la primera de ellas es un upgrade del sonido que para los amantes de la analogía será una magnificencia auditiva y segundo; re emerge un disco complejo, que si bien no es tan fácil de digerir de buenas a primeras, tiene esa peculiaridad de las obras maestras de quedarse estancado en tu mente para no soltarte jamás.
Puedes seguir a NE OBLIVISCARIS en:
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English translation:
10 years after the release of their second studio album Citadel, the Australians release a remastering of it through Season of Mist. With a deluxe vinyl edition, the highly refined sound is noticeable from the first note. Let’s agree that listening to NeO is both a sonic and emotional journey that has progressed exponentially over the years, where they have learned to dose both the energy and the content that each song carries. Notwithstanding the above, Citadel is an album that includes everything in one go; like a nuclear bomb of mathematical information that for some reason collides in surprisingly fabulous harmonics. I will start from back to front because Devour Me, Colossus (Part II): Contortions It is simply subliminal; a 2:27 minute instrumental that seems to be a melancholic dance with darkness, the dramatic and almost sensual tinge in the most vampire style traps you in agony but you need to continue listening to it for hours just to leave you with the same feeling as when a kiss It cools on the lips.
And if we talk about the instrumental songs of the album, the enigmatic beginning of Painters of the Tempest (Part I): Wyrmholes It delivers that sensation of a storm brewing through the window, an open door to another dimension, and it’s curious how it manages to catch you in just seconds and then explode into Painters of the Tempest (Part II): Triptych Lux, and this is where I can say that they did not skimp on resources since with 16 and a half minutes they put each of the ideas that were navigating in their composer’s head. Sometimes less is more, but this is not the case. The sound of Tim’s violin shines neatly in the middle of the composition, providing calm that ends up merging with the chaos and growls of Xen, while the rhythmic passages are linked with the melodic ones in a seductive play between the instruments. A listening pleasure from start to finish.
Painters of the Tempest (Part III): Reveries from the Stained Glass Womb is the third of the instrumental on the album that, like agonizing and persuasive poetry, returns us to the hypnotic state of trance between the sound and the sensory stimuli that each chord provokes. Calm before the storm, as Pyrrhic bursts forth thunderously with deep growlings and polyrhythmic drums that thunderously boom at maximum acceleration. Despair, prayer, the underworld and the decay of one’s soul is just a brushstroke of what the lyrics bring into the subtext of basically the entire NeO full-length.
And when you think you’ve heard it all, get into the game Devour Me, Colossus (Part I): Blackholes with 12:37 minutes (yes, these guys let their imagination flow without time limits), the long-awaited arrival at the Citadel after going through hell, dying but hopeful. That place where transcendence occurs. “The stars steal my eyes and the sun sears my mind” reads part of the lyrics of this song that has it all: high complexity in its structure, accelerated riffs and captivating melodic passages; an amalgamation of information that is completed with the highly complex bass lines and the play of voices that make NeO a unique band in its field.
In general, this remastering brings with it two things; The first of them is a sound upgrade that for lovers of analogy will be an auditory magnificence and second; A complex album emerges, which although it is not so easy to digest right away, has that peculiarity of masterpieces of staying stuck in your mind never to let go.
:: NE OBLIVISCARIS CIRCA 2014 ::
DAN PRESLAND: DRUMS
BENJAMIN BARET: LEAD GUITARS
TIM CHARLES: VIOLIN, CLEAN VOCALS & PIANO
XENOYR: HARSH VOCALS
MATT KLAVINS: GUITARS
BRENDAN ‘CYGNUS’ BROWN: BASS
ALL MUSIC BY B. BARET/XENOYR/D. PRESLAND/M. KLAVINS/B. BROWN/T. CHARLES
– EXCEPT TRACK 1 AND 2 BY T. CHARLES, TRACK 3 BY T. CHARLES AND B. BARET
PRODUCED BY TROY MCCOSKER AND TIM CHARLES, ENGINEERED BY TROY MCCOSKER
AT PONY MUSIC, MELBOURNE, AUSTRALIA
MIXED BY JENS BOGREN AT FASCINATION STREET STUDIOS, SWEDEN.
ADDITIONAL ENGINEERING BY ANTHONY IORIO
RE-MASTERED BY MARK LEWIS JUNE, 2024
LYRICS BY XENOYR
ALL ART AND LAYOUT BY XENOYR