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Rugido Austral
fatal prediction fest arrasando con las notas duras
Como ave fénix, desde las cenizas renace la esperanza para todos aquellos que tenían la ilusión de escuchar grandes del metal oscuro y que por un segundo se vio opacada. Gracias a Chargola producciones, las cuerdas ardieron en la tarima del Cariola para presentar una jornada con lo más fino de la música del inframundo dando vida al Fatal Prediction Fest.
WE ARE THE MONSTER
A las 15:46 se apagan las luces del teatro mientras comienza a llegar la gente en una calurosa tarde de primavera en Santiago. Con sus looks característicos y su corpse painting impactan la tablas del escenario en un poderoso estruendo de las guitarras que con velocidad sónica se encargan de inyectar de energía al teatro gracias a “Burn in the end” y “One last song”.
Un pequeño moshpit ya se empieza a formar en el centro del recinto que cada vez se encuentra más y más lleno. La sensualidad de las teclas y el impactante pulso vocal de “My nightmare” genera la energía necesaria para prender una jornada que recién comienza. El desplante sobre el escenario y la soltura en la interpretación hacen que WE ARE THE MONSTER se luzca en una presentación de lujo que finalizó con “Fearless” y el potente “Fire” a eso de las 16:14 de la tarde.
Por Meryth
WATAIN
Cuando el humo de las tinieblas se entrecruza con las cruces invertidas y la tierra retumba, las 16:40 de la tarde se convierten en media noche para la ceremonia hereje de WATAIN cuando en calderas con sangre empieza a arder el fuego de la perdición y una antorcha libera sus llamas en las manos de un fanático que se encuentra en el asfixiante calor de la reja.
Temas como “Ectasies“, “Hymn to Qayin” y “Legions” disrumpen la atmósfera cargada en pestilencia y color rojo. El moshpit en el centro de la cancha no para el sudor de los cuerpos se convierte en uno con la sangre derramada a manos del intrépido vocalista. Mientras el humo invade el recinto y el aire se vuelve cada vez más denso, se logra sentir el ritual hereje el cual promulgan.
El sombrío sonido de “Devil´s Blood” en continuidad con “Black Flames March” hicieron explotar al público quien gritó a todo pulmón hasta quedarse sin aliento. El calor se siente como un viaje interminable hacia el inframundo y el olor a sangre se saborea levemente en el aire mientras los retumbes de la batería explotan y liberan los riffs rápidos de guitarra para presentar sus últimos temas. “Total Funeral” y “Malfeitor” cierran las catacumbas escondidas en donde los sacrificios ya se han hecho.
La completa presentación de Watain es ver una obra diabólica de los años 60´s en donde el dramatísmo, el sacrilegio y lo prohibido se fusionan con un black metal extremadamente violento y bien logrado.
Por Meryth
ASPHIX
Desde temprano se dejan ver sobre el escenario mientras arreglan sus instrumentos saludando de vez en cuando a los fanáticos que revientan el Cariola de tope a tope y de piso a techo. Los longevos de ASPHIX ya saben como encender incluso a la más reacia concurrencia con tan solo el rasgueo de la guitarra a las 18:30 de la tarde.
Suenan éxitos desde el principio, “The Quest of Absurdity“, “Vermin“, “Botox Implotion” y esto no para. La barricada se contrae por el peso de la gente que celebra a punta de headbangings y moshpits extremos. La veracidad en los movimientos sincopados de la guitarra y el bajo en combinación con los beat blast de una percusión tremenda simplemente hacían que el sonido llegara a otro nivel.
Los fanáticos gritan, aplauden y vitorean con fuerza; con aquella pasión inyectada en las venas de quienes saben de buena música. “Deathhammer“, “Wastedland of Terror” y “The Nameless Elite” descargan su furia en un sin fin de riffs acelerados. Vítores incrustados en coreados “Asphix” remecen la atmósfera mientras que la música no se detiene por nada hasta llegar al gran finale con “Last One On Earth” que fue coreado por todo el teatro.
Por Meryth
NE OBLIVISCARIS
Los debutantes en nuestros país comienzan con un pequeño retraso su deslumbrante show. Muchos de los asistentes no los conocen y se encuentran curiosos esperando lo que se encamina. Una vez en la tarima, sobran las palabras puesto que la música hace lo suyo; el violín de Tim captura la atención de aquellos quienes no se imaginaban lo que pasaría con esta agrupación. Suena “Intra Venus” y la audiencia enloquece. Los headbangings se hacen presente casi de inmediato y el mosh no para en el centro. Con Dan Preslan de regreso en la batería, nada puedo salir mal gracias a la precisión de sus baquetas.
Para los fanáticos que llevaban mucho tiempo esperando, este show ha venido como anillo al dedo; un recinto repleto hasta decir basta aplaudiendo el talento innato de los Australianos y el coreado silbido de aquellos que saben cada letra de las infinitas composiciones de NE OBLIVISCARIS como, por ejemplo, “Equus“. La guitarra de Matt Klavins hace lo suyo con riffs que se mecen entre lo delicado y sombrío gracias a su juego melódico y rapidez ultrasónica.
“Misericorde I – As the Flesh Falls” con 7 minutos y medio ya tiene a todo el público en el bolsillo. La sensualidad oscura inyectada por el bajo de Martino Garattoni completan una obra de arte que es perfecta armonía entra la luz y la sombra. Los temas “Devour Me, Colossus (Part I): Blackholes” y “And Plague Flowers the Kaleidoscope” finalizan un espectáculo que está a otro nivel.
Máxima calidad técnica, interacción constante con la audiencia, temas potentes en composición y letras, hicieron que el show de NeO haya sido el debut que cualquier fanático de la banda habría soñado.
Por Meryth
ENSLAVED
21:18, se apagan las luces en la pantalla central del escenario aparece la imagen del disco Heimdal con la icónica letra “E” de la banda en el centro de la misma, los músicos ocupan sus puestos, saludo de rigor y los liderados por el señor Grutle Kjellson comienzan con la canción “Kingdom” del ya mencionado Heimdal para luego dar paso a “Homebound” de su álbum de 2020 titulado Utgard.
Bajo el escenario, el público ya a esa altura de la noche ya se sentía medio abatido pero se negaba a dejarse caer, la emoción de tener a los noruegos frente a ellos podía más. “Forest Dweller”, nos transportaba a los fríos bosques vikingos, de allí pasamos a lo que en lo personal considero uno de los mejores momentos de la presentación, de los sonidos cargados de Folk y progresivo, Enslaved nos llevó de vuelta a su sonido más primitivo con la canción de 1994 “Vetrarnótt”. “The Dead Stare” nos transportaba al año 2003 para luego otorgarnos a otro gran momento de la noche.
Con un ritmo marcial y con los brazos hacia el cielo de la mayor parte de la banda comienza a sonar combativo tema “Havenless”, una canción notable sostenida principalmente por la guitarra de Arve Isdal, quien irradiaba alegría a través de su rostro y por y el baterista Iver Sandoy que no fallaba ningún golpe, mientras tanto, bajo el escenario el respetable movía los puños y gritaba al unísono cuan buen ejército en plena marcha.
La canción “Isa” del año 2004, mantenía “encendida la hoguera” para posteriormente cerrar de manera épica con la canción “Allfadr Odinn“.
Terminada la presentación la banda se despide con la bandera chilena en la mano y con un semblante que demostraba satisfacción, dejando a los presentes listos para lo que vendría.
Por PABLO
UNLEASHED
Un poco pasadas las 22:45 horas se apagan las luces, la pantalla central nos deja ver el inconfundible logo de la banda los reflectores teñían de rojo el escenario, el señor Johnny Hedlund toma posición junto a sus secuaces, saluda y presenta el tema “To the Asgard We Fly”, dando inicio a una intensa sesión de puro Death Metal sueco de primera. Del sonido noventero de este tema “Lead Us Into the War”, perteneciente al disco The Hunt for White Christ del año 2018
“The Longships Are Coming”, sigue con el caos, Johnny incita a los presentes a corear los temas. El público por su parte agarró su segundo aire y a pesar del calor que hizo retroceder a varios y a otros tantos los obligó a soltar la reja los asistentes no estaban dispuesto a abandonar el mosh.
“No Sign of Life”, “Midvinterbolt” y “Hammer of Battalion” continúan esta intensa travesía, con un público entregado por completo, tanto así que entre los asistentes algunos valientes se atrevieron a “surfear en el público”. “The King Lost his Crown”, “You are the Warrios” y “The Hunt for White Christ”, continúan con esta hecatombe. “I Have Swornd Allegiance”, dio paso a un clásico de aquellos, la incombustible “Into Glory Ride” perteneciente al álbum de 1991 Where No Life Dwells
El final ya se acercaba y el histriónico Johnny Hedlund, se aproxima al borde del escenario con un cuerno lleno de cerveza, la cual procede a beber y posteriormente a rociar sobre el público, quienes lo reciben con alegría. “Death Metal Victory” fue interpretada y coreada con fervor, tras lo cual Unleashed abandona el escenario, solo para volver un momento después para tocar la clásica “Before the Creation of Time”, cerrando de esta manera una presentación de primer nivel en un evento inolvidable.
Para cerrar queda decir, gracias “Fatal Prediction” y a Chargola Prod por mantener viva la llama que quedo tras el fallido “CLRock”, gracias a las bandas que brindaron un espectáculo inolvidable y por último gracias a los asistentes que se mantuvieron firmes frente a la adversidad y repletaron el Teatro Cariola, aunque todo parecía estar en contra.
Definitivamente este 10 de noviembre 2024, fue un día para celebrar al Metal en toda su extensión.
Por PABLO
