La podredumbre se huele en el ambiente, como la hiel va restando tiempo al destino de aquellos cobardes que se van pudriendo mientras creen avanzar en su camino. Macilenta, la muerte, va sonriendo porque sabe que aquellos despojos estarán luego bajo sus aposentos y el sufrimiento eterno será el recorrido qué realizarán los usurpados en aquel abismo que se vuelve putrefacto, pestilente por los cientos que reposan por el eterno. Es por ello que la muerte nos llama a sus brazos, en dónde la vida se extingue rápida o lentamente, como una ceremonia que no tiene fin. Los lazos con el mundo se van desenmarañando y dejamos de lado el nauseabundo ruido que puede durar siglos o terminar de un momento a otro, si ningún aviso.

Vamos deambulando por la vida siempre arrastrando nuestra tumba, es el peso que cargamos por esta maldita existencia, que para algunos es perversa, torturadora y siempre sanguinolenta. Devs Mortvorvm quiebra esos momentos de silencio que acompañan tu camino, infectando de un crudo y pútrido metal cada resonancia que ejerce presión en tu cabeza. Cavernario desde la génesis, la tortura es garantía de dolor en el deambular del que se atreva a cruzar, aquellas notas que intimidan al andar, maldito material se eleva desde su pútrido sonido espectral.

The Oldest Crypt se erige sosteniendo muerte, oliendo a cadáver que hace vomitar a la generación de cristal, alejándonos de las urbes para volver al pantano que siempre nos está llamando. Vamos invocando al Dios de los que callados están y somos respirar que se va pudriendo con el pasar del tiempo. Vemos cuerpos húmedos que gorgotean efluvios, mientras las notas de oscuras secuencias, son el acompañamiento perfecto para este ritual sabroso.

Devs Mortvorvm nos presenta The Oldest Crypt llevándonos a un pasado de color rojo sepia que se vuelve cada vez más putrefacto y en plena conexión con esa oscuridad infecta. Los sones malditos nos hacen habitar esos rincones aún inexplorados por aquellos malditos que vienen con sus cruces pregonando.