Rugido Austral
ALBUM REVIEW: ACROSTIC
COSMO(A)GONIA
La sonoridad emerge como un germen mal oliente, los ecos que arrastran los caminos llegan desde el cosmos para mostrarnos la agonía que vamos arrastrando por décadas, más las cadenas hacen su trabajo silenciando mentiras, creando decadencia de la cuál te acostumbras y no eres capaz de abrir los ojos y a la vez la realidad ahora es manejada para entregártela en una bandeja de plata y cuál becerro aceptes sin rechinar tus dientes.
Desde la quinta región que se vuelve profunda, esa de hermosos y vastos poblados, en donde se conjugan el pueblo, el hampa, la solidaridad y el hambre, nace un trabajo que va inundando como una ola toda lo que toca a su paso. Es como una vorágine que no da tregua en donde en cada asalto esta la virulencia prendida, nos llena a bocanadas de ese infecto germen que lleva por nombre conciencia. Porque el poderío que desarrolla Acrostic es un despertar de mentes, un abrelatas para cabezas durmientes.

Nos hace preguntarnos un millón de veces en donde se encuentra la trampa, esa orden dada y emanada por esa maldita casta, que nos quiere ignorantes para seguir siendo sus esbirros hasta el fin de los siglos. Pero Cosmo(a)gonía es un remecedor de consciencias, que te muestra cual podrido está este perverso sistema, con un machacar imparable en donde cada riffs es una cuchillada al orden imperante, Acrostic es una aplanadora delirante, gritándote en la cara, que dejes de ser un indolente bastardo porque tu apatía no moverá los cimientos de este maldito régimen y tu pereza sigue de la mano de los que nos manejan y el panorama es hacerse un lugar en la fila por una lucha individual, que se vuelve hambrienta y gris solo para esperar el fin.
Acrostic desarrolla un huracán que no deja títere con cabeza, y desde el corrosivo y nocivo noisethrash entregan virulencia que nos hace explotar en una llamara que todo lo va a acabar. Porque muchas veces nos hablaron de una tranquilidad, de una paz utópica que solo nos buscaba silenciar, más en cosmo(a)gonía se nos muestra el paisaje devastado, de profundas mentes que se entregan a la tecnología creyendo que la solución proviene de una inteligencia artificial, las seguirán sin pensar y el mundo bajo el fuego se extinguirá con la explosión solar y nada lo detendrá. Acrostic nos entrega las herramientas para abrir las mentes, salir a la calle y entre todos encontrar el camino que nos lleve a destrabar las potencias inútiles qué silencian nuestra especie en desmadro del dolor del planeta y toda la vida que reina, a acalladas y velada por los malditos celadores que buscan que les creas toda la mierda que te imponen.
Cosmo(a)gonía es un inmenso trabajo que machaca fuerte, con riffs incesantes y solos destellantes, la bataca destruye a cualquier que se yergue a su paso, en conjunción con las vociferaciones viscerales que se van transformando en un mantra inalterable, que solo buscan remecer tu alma para despertar esa masa de la cual formamos parte. Somos ese pueblo que constantemente dejamos los pies en calle, luchando por un mañana que no nos imponga nada, alzando el puño tenazmente, nos enfrentamos a los esbirros que nos sacan los ojos amparados por ese maldito poder que los vuelve insalvables, que desde su pulpito ven con miedo como nos alzamos en esta batalla de la cual siempre hemos formamos parte.
Aunque son más las veces que silentes atrás de una pantalla nos volvemos títeres de las altas esferas del poder.
