Siendo ya casi las 22:30 bajo un manto de humo, parte Mar de Grises. Un retorno muy esperado por gran parte de los asistentes que comienza con “Starmaker” seguido de cerca por “Shining Human Skin”, tema que resuena como si la pausa de la banda nunca hubiese ocurrido. Se continúan con “The Bell and the Solar Gust” demostrando una total confianza bajo un público que permanecía hipnotizado y llevando a motivar a aquellos viejos y nuevos fans a mover sus cabezas y a estar atentos al sonido distintivo que, en su momento, llevo a Mar de Grises a convertirse en referentes del doom metal nacional.

El show continúa y la agrupación nos lleva a tiempos pretéritos con temas de sus dos primeros discos y resulta impresionante lo que el tiempo puede hacer a la música; tal como al vino. Con una soltura impoluta como quien lleva como training diario el subir a una tarima, la banda va abarcando su discografía como si fueran sencillos recién estrenados, pero para todos aquellos que se familiarizan con Mar de Grises saben a ciencia cierta que más que “novedad”, el sonido que entregan hoy, en su tiempo fue un adelanto de lo que hoy se comenzaría a popularizar lo cual demuestra la grandeza musical que lograron en un pasado y que volverán a retomar en la actualidad.

Llega “Storm” con total lentitud y languidez, aquella que roza el Funeral Doom hasta que suenan los acordes de piano de “Recklessness”, llevando a los asistentes a un éxtasis total para finalizar con “To See Saturn Fall”; broche de oro para la culminación del primer show de Mar de Grises después de su larga pausa.