Rugido Austral

Mar de Grises: El triunfo de la trascendencia artística

Escrito por SEBASTIÁN LAZO

Fotografías por RUBÉN GARATE

Domingo y en la Sala RBX se respiraba una estela sabatina y, a tablero vuelto, Mar de Grises despedía su reunión.

Es difícil condensar con objetividad la velada, ya que el componente emotivo de ésta era innegable; para muchos fue volver a esas andanzas veinteañeras que los años vieron pasar para transformarlas en buenos recuerdos. Se fraguaba una noche única.

MOURNERS LAMENT

Recuerda hacer click en las fotografías para visión ampliada.

Mourners Laments, quienes, como buenos maestros de ceremonia, encaminaron la noche. El quinteto tuvo una presentación sólida,que supo mantener la atención de gran parte de los asistentes. Con una propuesta death/doomer más convencional y un setlist acotado, lograron encender la noche. Centrando su show en “We All Be Given” del 2016, fueron 45 min que vinieron como anillo al dedo.

MAR DE GRISES

Recuerda hacer click en las fotografías para visión ampliada.

A eso de las 20:30 hrs, llegaba la hora; Mar de Grises subía al escenario con una sala RBX repleta, unida y fraterna, todos esperando que el quinteto diera fin a ese hiato de 12 años.

 La obertura estuvo a cargo de ‘El otro‘, de su obra prima, con la cual nos invitaron a recorrer su discografía. Sobrecogedor es poco para describir lo que se comenzó a erigir desde ese momento; la banda con nuevos aires y madurez se entregaba a su público, porque quienes estuvimos ahí sabíamos que esa noche era entre ellos y la gente.

La banda, en un show que rodeó los 100 minutos, navegó por piezas como la intensa ‘Starmaker‘, la apacible ‘One possessed‘, la aridez de ‘Kilómetros de nada‘, la inquietante ‘Catatonic north‘, la inmensa ‘To see Saturn fall‘ y el regalo que fue ‘Storm‘. Mar de Grises volvió a asomar como una apuesta atemporal, desbordando y deleitando los oídos de los asistentes.

 Pese a toda la turbulencia que la banda tuvo que sortear en este regreso, Mar de Grises dio prueba de su valía, de la fidelización con su público y consigo mismos. Los que estuvimos esa tarde/noche de domingo sabemos que presenciamos el premio al trabajo duro y la excelencia, porque cuando algo se hace con compromiso, disciplina y pasión, trasciende y eso fue lo que vivimos: el triunfo de la trascendencia artística.